
07 Feb ADAPTAR LA VIVIENDA PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE LAS PERSONAS MAYORES
La calidad de vida de las personas mayores que permanecen en su propio hogar depende de múltiples factores, como una buena atención domiciliaria o las condiciones de la propia vivienda. Muchas veces, con pequeñas reformas, podemos aumentar la seguridad y el confort, asegurando así la comodidad y el bienestar y evitando obstáculos que puedan dificultar movimientos o incluso provocar caídas o accidentes.
La situación de la persona mayor (grado de autonomía física o cognitiva) condicionará, efectivamente, el tipo de adaptación y remodelación de la vivienda, pero una serie de pautas generales pueden servirnos como guía para, sin grandes gastos, abordar esta intervención.
Existen tiendas especializadas en artículos y accesorios que nos pueden resultar muy útiles y podemos incorporarlos a las distintas estancias de la vivienda, sin necesidad de recurrir a especialistas; en otros casos más complejos que requieran de intervenciones más profundas, podremos recurrir a profesionales de las reformas.
El mobiliario no debe entorpecer nunca el paso de las persona por la vivienda, favoreceremos la libertad y seguridad de movimientos: una caída de una persona mayor puede resultar aparatosa y peligrosa.
En este sentido, las alfombras pueden convertirse en un problema si no están debidamente colocadas y sujetas al suelo con cintas o bases antideslizantes. Optaremos por quitarlas si es posible. Las moquetas son muy recomendables, aunque no en el caso de que el anciano o anciana requiera de silla de ruedas en sus desplazamientos.
Los muebles como estanterías estarán perfectamente fijados en la pared; las personas mayores tienden a agarrarse a los muebles para aumentar su estabilidad en los desplazamientos y una mala fijación puede producir la caída de la persona o del propio mueble sobre ella, provocando accidentes de gravedad que son fácilmente evitables. Del mismo modo, nos decantaremos por muebles de esquinas romas.
La cama deberá estar despejada de muebles para facilitar el acceso a la misma. Es posible alquilar camas articuladas cuando la situación de la persona mayor lo aconseje.
Las personas mayores pasan mucho tiempo sentadas; los sillones con reposa-brazos son más adecuados que los sofás, y optaremos por aquellos modelos más rígidos que aquellos excesivamente blandos. Procuraremos que haya un teléfono inalámbrico cerca y disponga a mano de los objetos que pueda necesitar de forma habitual para evitar muchos desplazamientos innecesarios, como una jarra con agua, mandos a distancia, etc.
La cocina y el baño son los espacios más importantes del hogar; en ellos se producen los accidentes más habituales y estaremos especialmente atentos a su organización. En la cocina, los armarios excesivamente altos o bajos dificultan su acceso y puede provocar molestias o caídas; tal vez sea aconsejable sustituir los vasos y platos de cristal por otros de plástico. Las placas eléctricas son más adecuadas que las cocinas de gas; el suelo deberá ser antideslizante y revisaremos la estabilidad de sillas y banquetas.
En el baño sustituiremos la bañera por un plato de ducha: de esta manera evitaremos caídas peligrosas y colocaremos alfombrillas antideslizantes, barras asideras e incluso sillas de baño y elevadores para el inodoro cuando la movilidad del anciano o anciana lo aconseje. Todos estos productos se pueden encontrar en tiendas especializadas, cada vez más habituales cerca de nuestras casas.
Revisaremos escaleras, barandillas, el estado de enchufes y otros elementos que puedan resultar peligrosos.
En cualquier caso, como hemos señalado, será el estado de la persona mayor el que indique qué intervenciones serán más aconsejables, pero siempre tendremos en cuenta que la calidad de vida y la seguridad dependen en numerosas ocasiones de adaptaciones perfectamente asumibles que pueden prevenir accidentes y situaciones incómodas o peligrosas.
Si necesita más información o quieres asistencia domiciliaria para el cuidado de un familiar mayor en su hogar, llámanos al teléfono 942 23 21 10.
LAS PRESTACIONES QUE OFRECEMOS SON:
Atención personal: apoyo en la higiene personal (higiene bucal (mantenimiento de prótesis), afeitado, corte de uñas, peinado, aplicación de cremas hidratantes para prevenir sequedad y úlceras en la piel; apoyo en la movilización dentro del hogar, cambios posturales para la prevención de escaras; ayuda en la toma de medicamentos, ayuda en la ingesta de alimentos para aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos, acompañamientos y paseos fuera del hogar, recogida y gestión de recetas o documentos…
Atención doméstica: limpieza o ayuda en la limpieza cotidiana de la vivienda, lavado, planchado y ordenación de la ropa dentro del hogar; compra de alimentos y otros productos básicos; preparación de la comida…
Si necesita cualquier otro servicio de asistencia domiciliaria para usted o un familiar, llámenos al teléfono 942 23 21 10 y le atenderemos personalmente.