
27 Dic CÓMO HACER DEL BAÑO UN LUGAR MÁS SEGURO PARA LAS PERSONAS MAYORES
Sin duda, podemos afirmar que la salud de las personas mayores representa una de las mejores medidas para establecer cuál es la calidad de vida en un país y, en España, con una de las poblaciones más envejecidas del mundo, es especialmente indicativo.
En este blog de Asistencia Domiciliaria Numancia 7, estamos especialmente atentos a la problemática que supone la permanencia en el propio hogar de las personas mayores; creemos firmemente que residir en la vivienda habitual ofrece múltiples beneficios para las personas que han llegado a edades ya avanzadas, pero hay que minimizar las amenazas que también se esconden en cada estancia del hogar. Los cuidadores de Numancia 7 son expertos en la asistencia de las personas mayores, en sus hogares, los que supone una importante mejora en su calidad de vida, tanto para ellos mismos, como para los allegados a los que les resulta difícil hacerse cargo del cuidado diario de sus mayores.
Las caídas son siempre uno de los riesgos más importantes, por habituales y por la peligrosidad que conllevan y sus posibles consecuencias. Y precisamente, en cuanto hablamos de caídas, nos viene a la mente una de las dependencias de la casa que más peligrosas en este contexto: el baño.
Muchas de las viviendas de las personas mayores cuentan con bañera como elemento principal, que a medida que vamos sumando años, nos resulta más incómoda pero, sobre todo, peligrosa; entrar y salir supone esfuerzo y, además, el agua hace que la superficie de estas sea altamente deslizante. Aproximadamente el 50% de las personas mayores de 80 años ha sufrido una caída en su hogar, y muchas de ellas (aproximadamente un 66%) se producen en el baño.
Instalar un plato de ducha, antideslizante es una obra relativamente sencilla que puede prevenir muchas caídas. También barras y asideros, dispuestas de tal forma que los mayores se agarren con seguridad mientras se realiza el aseo, y dentro del plato de ducha o de la bañera en su defecto, y si la persona mayor lo necesita, podemos incorporar un asiento para mayor comodidad. Existen muchos modelos de sillas en el mercado para satisfacer las necesidades de cada persona. Otro peligro a tener en cuenta es la graduación de la temperatura, si tenemos dificultades y creemos que podemos quemarnos, una buena solución es incorporar un grifo con termostato.
En cuanto al inodoro, las personas mayores con movilidad reducida pueden presentar dificultad para sentarse e incorporarse, por lo que unas alzas, que se acoplan al propio inodoro, se hacen imprescindibles para ayudar a que esta necesidad se realice sin problema.
También existen otro tipo de herramientas, como dispensadores de jabón, de pasta dentífricas, etc., que nos pueden ayudar a mejorar el aseo.
Desde luego, un baño amplio y con suficiente separación entre los diferentes elementos que se ubican en este espacio ayuda a controlar los riesgos en esta estancia, pero no siempre es posible, así que siguiendo estos sencillos consejos podemos hacer de nuestro baño un lugar más seguro.
Nuestros especialistas en atención a mayores pueden ayudarle; consulte con nosotros.