
11 Jul LAS PERSONAS MAYORES Y EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
Hemos comentado en muchas ocasiones, en el blog de Asistencia Domiciliaria Numancia 7, que el envejecimiento de la población es un hecho real y del que, cada día, somos más conscientes. El aumento de la esperanza de vida nos obliga a asumir nuevos retos y tenemos que estar atentos a adquirir nuevas capacidades en una etapa de la vida en la que antes no era necesario. Las nuevas tecnologías digitales se han creado para acercar a las personas y acceder rápidamente a la información y el conocimiento; constituyen una poderosa herramienta pero, hoy en día, el desconocimiento de su uso puede ahondar en las desigualdad de este sector de la población.
Muchas personas mayores se preguntan cuál es realmente la utilidad de estas tecnologías y desconocen que esos aparatos con los que ven a sus hijos y nietos puede, efectivamente, mejorar notablemente su calidad de vida. Es, sin embargo, un hecho que todos damos por comprobado que los nuestros mayores piensan que la complejidad de uso de estos dispositivos es grande, que son delicados, que pueden meter la pata en cualquier momento y al final, todo esto hace que se sientan alejados de “lo digital”.
Además, estas nuevas tecnologías cambian rápidamente, la Tercera Edad observa cómo salen nuevos modelos continuamente, con impresionantes características que ni necesitan ni comprenden, y al final generan un sentimiento de desfase respecto a estos instrumentos; tienen que hacer un esfuerzo ciertamente mayor que la mayoría para poder seguir un ritmo de novedades frenéticas.
Tampoco podemos olvidar que los teléfonos móviles, las tabletas y ordenadores principalmente, tienen un precio elevado que, en un momento en que los ingresos suelen menguar, acaban muchas veces resultando no asumibles. En la publicidad que continuamente vemos en los medios de comunicación de masas, las personas mayores nunca son reflejadas como consumidoras de estos servicios y dispositivos, y no sienten que sean productos diseñados y dirigidos a ellos, por lo que la indiferencia y el desinterés se acrecienta.
Actualmente, muchos ayuntamientos ofrecen talleres y cursos para acercar las nuevas tecnologías a la Tercera Edad. Es cierto que supone un esfuerzo, pero también que la recompensa es grande: la persona mayor podrá superar los prejuicios y les posibilita incorporarse a un nuevo paradigma social.
Además, podrán mantener mejor, o incluso aumentar, su red de relaciones sociales; es interesante en este caso el uso del teléfono móvil, el correo electrónico o los programas de mensajería instantánea o videoconferencia.
No podemos obviar un hecho de gran importancia, y es que aumentan su independencia y podrán estar en su propio hogar durante más tiempo y en mejores condiciones, ya que accederán a mucha y variada información acerca de recursos para el apoyo en la vida diaria.
El aprendizaje siempre es bueno para la salud mental y, también, para evitar o ralentizar el avance de enfermedades como la demencia o el Alzheimer; aprender algo nuevo siempre es una buena idea.
Todo esto hace que ganen calidad de vida y se sientan más integrados en el nuevo marco social.