
18 Ene MATRIMONIOS Y PAREJAS DE PERSONAS MAYORES Y LA ATENCIÓN DOMICILIARIA
Durante años, en este blog, hemos escrito acerca de las personas mayores, dependientes o no, que necesitan asistencia domiciliaria. El servicio de la ayuda en el hogar para personas mayores es cada vez más demandado porque permite que, aquellas personas que lo deseen, puedan ser atendidas en su propio hogar, con todas las garantías de un servicio profesional a cargo de un competente equipo humano.
En otras ocasiones, hemos hecho referencia a la soledad, como la gran plaga del S. XXI. Las personas cada vez vivimos más, y en mejores condiciones, pero el alargamiento de la vida hace que se produzcan pérdidas de los seres queridos más próximos. Las viudas forman un grupo numeroso de nuestra sociedad. Su soledad no es cuantificada y aunque sabemos que está detrás de numerosos casos de depresión, de ansiedad o incluso de otro tipo de problemas físicos, ya que no se busca una solución rápida cuando surgen.
Sin embargo, pocas veces hacemos referencia a las parejas. Las personas que hoy día son ya mayores han organizado su vida, principalmente, en torno a la familia tradicional. Son matrimonios que tuvieron hijos, les vieron crecer y hoy se encuentran haciendo su vida solos en su hogar. Cuando uno de ellos necesitaba ayuda especializada, ya no era autónomo y requería de cuidados sostenidos en el tiempo, se recurría a la residencia de mayores. Un suceso traumático ya que separaba a la pareja. Si bien es cierto que cada vez más hay una mayor sensibilidad hacia estos casos en muchas residencias los matrimonios conviven juntos, en Asistencia Domiciliaria Numacia 7 abogamos por la atención en el propio hogar. No se separa a la pareja, que sigue viviendo junta, independientemente del grado de dependencia de cada uno de los miembros de ésta, y ajustamos la ayuda a las necesidades específicas de la unidad convivencial de cada hogar.
Vivir en pareja ayuda a evitar el aislamiento, en muchas ocasiones la separación forzosa supone un progresivo empeoramiento de la salud en personas que ya, por su avanzada edad, tienen un estado físico y mental deteriorado.
Todas y todos somos conscientes de que la calidad de vida cuando se es mayor pasa por poder permanecer en nuestros hogares, los que hemos creado, el mayor tiempo posible pero, eso sí, con ayuda externa que evite cualquier pérdida en dicha calidad de vida.