
16 Oct PENSAR EN PLANIFICAR LOS CUIDADOS EN NUESTRO HOGAR CUANDO SEAMOS MAYORES ES UNA BUENA IDEA
Según datos del IMSERSO, se estima que en España el porcentaje de personas mayores que presentan un grado de dependencia importante está entre un 10 y un 15 % de las personas mayores de 65 años.
Por lo general, es la familia la que asume la mayor parte del cuidado de estas personas (72 % de la ayuda). En cada familia suele haber un cuidador principal que responde a circunstancias concretas en casa caso, sin que se haya llegado por ello a un acuerdo explícito entre los miembros de la familia.
Profesionalizar esta ayuda es importante para, por un lado, conseguir una mejor y más efectiva asistencia domiciliaria. Por otro lado, es difícil hacer recaer en personas sin experiencia y con otro tipo de ocupaciones el cuidado de personas que, aunque sean familiares cercanos, se han hecho mayores, dependientes, y presentar patologías y comportamientos más complicados de tratar por personas no formadas.
A veces tendemos a pensar que estaremos bien en el futuro y que a nosotros “no nos pasará” porque un familiar vivió solo hasta los noventa y tantos…: nos cuidamos, hacemos deporte, somos cada vez más exigentes con nuestra nutrición… pero cualquier tipo de imprevisto, como un accidente doméstico, un problema de salud, etc., puede repercutir en nuestra autonomía y podemos perder calidad de vida en esta etapa de la vida.
Del mismo modo que planificamos nuestra jubilación, ahorrando, invirtiendo en planes de pensiones, o pensamos en qué hacer con nuestro tiempo libre cuando lleguemos a este momento, también debemos pensar cómo queremos pasar los últimos años de nuestra vida, si presentamos una situación de dependencia: si preferimos una residencia de mayores, o queremos envejecer en nuestro propio hogar, pero con la asistencia precisa y necesaria en cada caso.