CUIDADOS BÁSICOS CUANDO LLEGA LA GRIPE EN LAS PERSONAS MAYORES

Estamos en Septiembre y poco a poco notamos que sí, el otoño está llamando a nuestra puerta. Los cambios que todos experimentamos con la vuelta al cole y al trabajo, la bajada de las temperaturas y los nuevos hábitos sociales y de ocio y la llegada de la gripe también tienen una repercusión en las personas mayores. Este año, además, la Covid-19 se ha sumado a la ecuación para ponernos las cosas un poco más complicadas. Si la mayor parte de las personas mayores está ya vacunada contra esta nueva enfermedad, es importante no bajar la guardia respecto a las enfermedades estacionales que, como la gripe, nos pueden dar un buen susto. Hay que seguir las recomendaciones de nuestros médicos y optar por la vacunación si así se estima oportuno. No podemos obviar que las personas mayores tienen también un sistema inmunitario envejecido y que toda precaución es poca, especialmente en tiempo de pandemia como el que vivimos.

El otoño es el momento de tomar las precauciones precisas para pasar un buen invierno, sanos y tranquilos en nuestros hogares; y es que la gripe, que en otras etapas de la vida nos obliga a permanecer en cama durante unos días y nos ocasiona molestias pasajeras, puede ser en los mayores motivo de preocupaciones, derivadas de las complicaciones que esta enfermedad puede ocasionar, sobre todo en aquellas personas que ya sufren afecciones crónicas. En nuestra comunidad, todas las personas mayores de 60 años pueden vacunarse contra la gripe en su centro de salud.

Además, se hace necesario observar unas sencillas medidas preventivas para sufrir las menores molestias posibles o minimizar la posibilidad de contagio; por eso, lavarnos las manos con frecuencia, taparnos la nariz con un pañuelo desechable de papel cuando estornudamos o tosemos y eliminarlo inmediatamente, sin guardarlo en los bolsillos de nuestra ropa y ventilar correctamente las estancias de nuestro hogar nos puede ayudar a evitar el propio contagio o el de las personas que tenemos en nuestro entorno, ya que esta enfermedad se propaga principalmente a través de las pequeñas gotitas que van por el aire y se producen al toser, estornudar o hablar.

Por esta misma razón, evitaremos siempre compartir vasos, cubiertos u otros utensilios que hayan podido estar en contacto con personas con los síntomas de la gripe.

Como siempre recomendamos en nuestro blog, una dieta sana, adaptada a las necesidades de las personas mayores, y el ejercicio físico, igualmente regulado en función de las posibilidades de cada uno, nos ayudarán a estar mejor preparados para hacer frente a la gripe estacional.

Pero si ya estamos sufriendo los síntomas de la gripe, tendremos que mantenernos hidratados, una medida de especial importancia en las personas mayores, y optaremos por dejar de hacer actividades físicas exigentes y descansaremos para que nuestro cuerpo pueda hacer frente me forma más efectiva a la enfermedad.

En el caso de que los síntomas de la gripe persistan durante más de dos semanas, es importante acudir a nuestro médico para poder descartar otras complicaciones.

Consulta con los expertos de Asistencia Domiciliaria Numancia 7 cómo podemos ayudarte en la atención en su propio hogar de personas mayores